Las calderas han sido tradicionalmente los equipos generadores de calor encargados de la calefacción de las viviendas y edificios. Los combustibles más usados en las calderas son el gas natural, gasóleo y madera. Al principio, las calderas eran atmosféricas y tomaban el aire directamente del ambiente que las rodeaba. Luego, por seguridad, se hicieron estancas, tomando el aire únicamente del exterior. Las calderas estancas se fabrican de varias maneras: caldera de condensación, caldera convencional y caldera de bajo NOX.
La Normativa Europea Erp y la caldera de condensación
A partir del 26 de septiembre del 2015, solo deben fabricarse calderas de condensación, de acuerdo a la Normativa Europea ErP (Energy related Products). Es importante aclarar que esta normativa solo aplica a calderas con una potencia inferior a 400 kW. Por tanto, la Normativa Europea ErP solo afecta a las calderas que se emplean en viviendas unifamiliares y en edificios pequeños.
Las calderas convencionales y de bajo NOX que todavía estén en los almacenes pueden seguir comercializándose e instalándose, hasta agotar su existencia. Sin embargo, no es recomendable invertir en dichas calderas, ya que poco a poco desaparecerán totalmente del mercado. Por tanto, cada vez será más difícil conseguir repuestos para las mismas.
¿Qué son las calderas de condensación?
Las personas poco familiarizadas con el tema de los generadores de calor tienden a confundir las calderas de condensación con las calderas convencionales y las de bajo NOX. Fundamentalmente, las calderas de condensación tienen dos compartimientos, a diferencia de las calderas convencionales que solo tienen uno. En el primer compartimiento, la llama del quemador transfiere su energía térmica al agua, utilizando un intercambiador de calor. Luego, en el segundo compartimiento, los humos de la combustión transfieren su energía térmica latente al agua, empleando otro intercambiador de calor.
En el segundo compartimiento es donde se produce el efecto de la condensación de humos, debido al enfriamiento de los mismos. Estos condensados están compuestos fundamentalmente de vapor de agua y NOX, debiendo ser evacuados por una tubería hasta el colector de aguas residuales. En calderas de más de 70 kW, los condensados, de acuerdo a la normativa vigente, deberán previamente ser tratados con reactivos químicos. Este tratamiento químico se realiza para bajar la acidez de los condensados, antes de desecharlos.
Características de una caldera de condensación
La característica más importante de las calderas de condensación es que alcanzan una alta eficiencia energética cercana al 96 %. En cambio, las calderas convencionales y de bajo NOX solo permiten un 75 y 85 % de eficiencia, respectivamente. Por tanto, las calderas de condensación son las que logran un mayor ahorro de combustible y menores emisiones contaminantes.
La temperatura de los humos de salida de las calderas convencionales y de bajo NOX superan los 100 °C. Sin embargo, en las de condensación la temperatura máxima solo alcanza 60 °C. Por otra parte, las calderas de condensación son las únicas que necesitan y vienen con un tubo para desechar los vapores condensados.
Tipos de calderas de condensación
Las calderas de condensación se clasifican en calderas murales y calderas de pie, dependiendo de la forma como van instaladas. Por otra lado, las calderas de calefacción y las calderas mixtas son los tipos que existen en función del servicio que prestan. Finalmente, se encuentran las calderas con acumulador y las calderas sin acumulador, dependiendo si tienen o no un depósito de agua.
Con relación al tipo de combustible, los generadores de calor por combustión (calderas) pueden clasificarse como calderas de gas, gasóleo, astillas de madera y pellets. Las diferencias entre estas son notables, debido a que los procesos de ignición y control de la combustión de estas sustancias son distintos.
Calderas murales
Las calderas murales son aquellas que vienen para instalarse en la pared. Este tipo de calderas son la más empleadas en los hogares y tienen una potencia entre 20 y 60 kW. El peso de estos equipos está entre los 30 y 60 kilogramos, aproximadamente. Por lo general, estas calderas son equipos compactos, diseñados para ocupar poco espacio. En lo que respecta al tipo de combustible, hay calderas murales a gas y calderas murales a gasóleo.
Calderas de pie
Las calderas de pie son las que se fabrican para apoyarse directamente en el suelo, debido a su mayor peso y volumen. Normalmente, estas calderas se fabrican para potencias entre 80 y 1000 kW. El peso de estos equipos puede estar entre 100 y 300 kilogramos. En cuanto al tipo de combustible, hay calderas de pie fabricadas para funcionar con gas, gasóleo, astillas de madera y pellets.
Calderas de calefacción
Estas son las calderas que solo ofrecen un servicio de calefacción, recirculando el agua caliente por los radiadores y el suelo radiante de la vivienda. Las calderas de calefacción son las más sencillas, económicas y fáciles de instalar. Pueden fabricarse como calderas de gas, gasóleo y pellets, con potencias entre 20 y 60 kW.
Calderas mixtas
Las calderas mixtas son más complejas que las calderas de calefacción, ya que ofrecen también el servicio de agua caliente sanitaria. Estás calderas tienen dos intercambiadores de calor independientes: uno para el agua de calefacción y el otro para el agua caliente sanitaria. Normalmente, están diseñadas para dar prioridad al circuito de agua caliente sanitaria. Las calderas mixtas son más costosas que las calderas que ofrecen solo calefacción.
Calderas sin acumulador y calderas con acumulador
Es recomendable que el servicio de agua caliente sanitaria tenga un acumulador. De esta manera, cuando abramos un grifo, no será necesario esperar hasta que salga el agua caliente. Sin embargo, un acumulador práctico de 50 litros ocupa espacio e incrementa el coste de la caldera. Por esta razón, en el mercado se ofrecen las calderas sin acumulador, las cuales son equipos muy compactos que caben en cualquier parte. Por otro lado, las calderas con acumulador dan un mayor confort, pero necesitan más espacio para la instalación.
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