Las calderas a gas para calefacción son los sistemas más utilizados en los hogares para combatir los efectos de las bajas temperaturas. Si estás pensando en instalar una caldera nueva o crees que ya es hora de sustituir la antigua encontrarás toda la información que necesitas en las siguientes líneas.

Aspectos a tener en cuenta para elegir una caldera

A la hora de elegir caldera para casa lo primero que debemos tener en cuenta es el tamaño de la vivienda. Cuantos más metros cuadrados tenga tu casa más potencia de calefacción necesitará.

Otro aspecto importante es el uso que le vayas a dar. Si utilizas la caldera para calefacción y agua caliente debes pensar en el número de bañeras y/o duchas que tienes y en el número de personas que las van a utilizar a la vez para saber la cantidad de agua que necesitas calentar.

También influirá en la elección de calderas el aislamiento de la casa contra el frío y la zona en la que vivas. Los lugares más fríos y las casas con peor aislamiento necesitan más potencia de calefacción que las viviendas situadas en lugares templados.

Tipos de calderas de gas

Hay varios tipos de calderas a gas para calefacción. Las necesidades de cada vivienda y la eficiencia energética son los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de escoger los tipos de calderas de gas que más te convienen.

Para empezar distinguiremos entre las calderas a gas para calefacción simples y las mixtas:

Las calderas simples están diseñadas exclusivamente para calentar la casa, aunque se les pueden añadir depósitos de acumulación para utilizar el agua caliente en las duchas y bañeras. Las calderas mixtas tienen circuitos independientes para la calefacción y el agua caliente.

Dependiendo del sistema de combustión que utilicen, las calderas a gas para calefacción se dividen en calderas estancas y calderas atmosféricas. Las calderas atmosféricas utilizan el aire de la habitación en la que se encuentran instaladas para realizar la combustión.

Debido a los inconvenientes y riesgos de este tipo de sistema, las calderas atmosféricas están prohibidas por ley desde el 2010.

Calderas de gas estanca

Este tipo de calderas a gas para calefacción se caracterizan por utilizar una cámara sellada para realizar la combustión de los gases. La cámara de una caldera de gas estanca está cerrada herméticamente. Ningún elemento exterior puede influir en el funcionamiento de este tipo de calderas, lo que las convierte en un modelo más seguro y efectivo.

Las calderas de gas estanca no necesitan ventilación, por lo que pueden ubicarse en el lugar que mejor se adapte a las necesidades de la vivienda.

Hay dos tipos de calderas de gas estancas: las de bajo Nox y las calderas de condensación. Las de bajo Nox disponen de un quemador que reduce la temperatura de combustión de los gases en la cámara, reduciendo así la emisión de óxido nitroso a la atmósfera.

Calderas de condensación

Las calderas a gas para calefacción han evolucionado rápidamente gracias al sistema de condensación. Las calderas de condensación imitan el ciclo del agua en la naturaleza para aumentar el rendimiento de los dispositivos.

Los productos utilizados para la combustión de los gases en la cámara tienen vapor de agua. Las calderas de condensación convierten este vapor de agua en líquido y aprovechan su calor para generar energía limpia y natural.

Beneficios de las calderas de condensación

Las de condensación son las calderas a gas para calefacción más rentables y eficientes. Al aprovechar el vapor de agua para generar energía suponen un ahorro significativo en las facturas de gas.

La caldera de condensación utiliza recursos naturales para su funcionamiento. Lo que supone una reducción considerable de las emisiones de dióxido de carbono que se emiten a la atmósfera. Las calderas de condensación son respetuosas con el medio ambiente y por eso en algunas comunidades existen subvenciones e incentivos para instalar este tipo de calderas.

Otro de los beneficios de las calderas de condensación es que son muy silenciosas. Una caldera de condensación puede trabajar a cualquier hora del día sin suponer una molestia para los habitantes de la casa o sus vecinos.

Subvenciones e incentivos

Antes de instalar nuevas calderas a gas para calefacción o sustituir los antiguos modelos por otros más eficientes y menos contaminantes es recomendable informarse sobre las subvenciones e incentivos con las que cuentan las diferentes comunidades autónomas.

Aunque las condiciones pueden cambiar dependiendo de la zona geográfica donde nos encontremos, hay una serie de características comunes que suelen compartir la mayoría de las subvenciones.

Lo más habitual es que las subvenciones cubran sobre un 30% del coste, incluyendo los gastos generados por la instalación y el equipo elegido para instalar. Con el fin de aprovecharse de las últimas novedades disponibles, es recomendable consultar las páginas web de los organismos oficiales.

Desde ServiHogar 3000 también podemos asesorarte sin compromiso sobre las posibles ayudas en calderas a gas para calefacción.