Las calderas de condensación se han convertido en una gran opción en los últimos años gracias a sus prestaciones. El funcionamiento de este tipo de calderas hace que sean el complemento ideal para tu hogar.

Es conocido que las calderas basan su funcionamiento en la quema de combustible para integrar calor al circuito de calefacción del hogar. Este combustible, que puede ser gas, gasolina o incluso leña, se quema para ser aprovechado según las necesidades de tu hogar.

Otro factor que hace de estas calderas una gran opción para ti y tu familia, es el rendimiento. Mientras las calderas comunes tienen un rendimiento que va del 80 al 90%; una caldera de condensación puede ofrecer entre 100 y 110%

Pero, ¿Qué hace que el rendimiento de estas calderas sea mejor? La clave está en su funcionamiento. Sigue leyendo y entérate más sobre el funcionamiento de este tipo de calderas.

¿Cómo funcionan las calderas de condensación?

Cuando hablamos de condensación, nos referimos al proceso químico mediante el cual un gas se transforma al estado líquido. Este cambio genera una energía en grandes cantidades que podemos denominar el calor constante.

Es así como el funcionamiento de las calderas de condensación viene dado por el principio físico que dicta que toda combustión genera vapor, y, por lo tanto, energía. Estas calderas están diseñadas con tecnología punta que permite aprovechar este vapor e integrarlo al sistema de calefacción de los hogares.

Es decir, una caldera de condensación recupera el vapor que se genera en la combustión, lo envía a un intercambiador de calor donde lo enfría y aprovecha ese calor para cambiar la temperatura del entorno. Un principio de funcionamiento bastante sencillo pero muy útil si se piensa en términos de eficacia y ahorro energético. Eso sin mencionar el beneficio ambiental que produce este tipo de calderas de última generación.

Todo esto logra que las calderas de condensación trabajen de forma única y se diferencien de las calderas estancas en diversos aspectos.

Caldera de condensación o Calderas estancas: ¿Cuál es más conveniente?

Existen diferentes tipos de calderas, las calderas atmosféricas, las calderas estancas, que son aquellas calderas en las que la combustión tiene lugar en una cámara completamente sellada y que es totalmente independiente al sitio en el que se ha realizado la instalación de la caldera.

Este tipo de calderas se puede considerar como el predecesor de las calderas de condensación. Entonces, ¿Qué tipo de caldera debes elegir para ti? ¿Cuál es la mayor diferencia entre una y otra? Existen algunas diferencias, y similitudes, que te pueden ayudar a elegir cuál es la más conveniente.

El rendimiento dado por el funcionamiento de las calderas de condensación

Sin duda, este es la principal diferencia entre una caldera de condensación y una caldera estanca. A pesar de que su funcionamiento es muy parecido, el poder calorífico inferior, que es el indicador que determina el rendimiento de ambas es muy diferente.

Como dijimos antes, mientras en una caldera estanca este valor está cerca al 90%, en una caldera de condensación llega fácilmente al 110%. Generando un mayor rendimiento con menos combustible. Lo que sin duda se convierte en una ventaja y un punto a favor para las calderas de condensación.

Mayor tecnología

Otra gran diferencia entre estos dos tipos de calderas es la tecnología. Mientras en las calderas estancas los sistemas son un poco menos avanzados, en las calderas de condensación la tecnología es de última generación.

El ahorro energético es clave en el funcionamiento

Gracias al funcionamiento de las calderas de condensación, estas representan un ahorro a largo plazo. Si bien es cierto que su instalación puede ser un poco más costosa, el bajo consumo de combustible (hasta 30% menor) y mayor rendimiento, las convierten en una opción más rentable que las calderas estancas o cualquier otro tipo de calderas a medio plazo.

Adaptación con el entorno

Aunque puede que no parezca gran cosa, otra gran diferencia de estos dos tipos de caldera (condensación y estanca), es la capacidad para integrarse con el entorno. Gracias a su diseño y tecnología, las calderas de condensación producen mucho menos ruido que sus predecesoras. Esto permite que pasen más desapercibidas y las convierte en la opción ideal para espacios donde le silencio, la paz y la tranquilidad sean un requerimiento.

Mayor ecología

Debido a su eficacia y rendimiento, las calderas de condensación son mucho más respetuosas con el medio ambiente. Una caldera de condensación puede reducir hasta en 70% la emisión de gases tóxicos. Logrando así que cumpla con las normativas ambientales vigentes para este tipo de artefactos.

Como puedes ver, el funcionamiento de las calderas de condensación las convierte en una gran opción. Son mucho más rentables económicamente, poseen un rendimiento mayor y sin dejar de mencionar que son mucho más ecológicas y menos ruidosas para ti. Tener una caldera de condensación es la decisión más inteligente.