Un día de mucha niebla de 1902, el joven William Carrier se encontraba sentado en el andén de la estación de tren de Pittsburgh (Estados Unidos). Fue allí donde, al intentar mirar a través de la bruma, se percató de que podía secar el aire haciéndolo pasar por el agua para crear niebla. Es el origen de esta historia del inventor del aire acondicionado, Willis Carrier.

Carrier había nacido en la villa de Angola (Nueva York) el 26 de noviembre de 1876. Licenciado en ingeniería por la Universidad de Cornell en 1901, fue capaz de diseñar el primer sistema de aire acondicionado moderno del mundo en 1902 después de vivir aquella experiencia en el andén de la estación de Pittsburgh.

¿Qué supuso la invención del aire acondicionado?

La invención del aire acondicionado en los primeros años del siglo XX supuso la aparición de un buen número de industrias. No en vano, la presencia de un equipo de refrigeración suponía que las condiciones de trabajo de los empleados mejorasen. Estas condiciones mejoraban especialmente en aquellos ambientes en donde se trabajaba a temperaturas muy altas durante todo el año.

Pero no solo eso. Antes de la llegada del aire acondicionado, cualquier impresor tenía muchas dificultades para llevar a cabo el proceso de impresión. Los cambios de temperatura y humedad que se producían en el taller alteraban las dimensiones del papel. Al poder controlar la temperatura y la humedad con los equipos Carrier, se lograba solventar este problema.

Las industrias textiles

Las primeras fábricas que se beneficiaron del logro del inventor del aire acondicionado fueron las de la industria textil. Debido a la ausencia de humedad, se creaba en las fábricas un exceso de electricidad estática. Esta electricidad estática provocaba que las fibras de algodón se deshilacharan y fuera muy difícil tejerlas.

Los equipos Carrier de aire acondicionado elevaban y estabilizaban el nivel de humedad para acondicionar las fibras de las telas y permitir que se tejieran bien. Fueron las empresas textiles estadounidenses las primeras en hacer acopio de los equipos de refrigeración.

La noticia de este hallazgo pronto traspasó las fronteras de Estados Unidos. Tanto es así que el primer climatizador de aire que se vendió al extranjero fue en 1907 a una fábrica de seda de Yokohama (Japón). Se demostraba así los grandes beneficios que suponía el nuevo aparato del inventor del aire acondicionado entre las empresas de este sector.

La mejora de productos en otras industrias

El resto de industrias comenzaron a obtener mucho más beneficios a partir del uso del equipo refrigerador en sus edificios. La posibilidad de controlar la temperatura y los niveles de humedad durante la producción supuso un salto cualitativo en sectores tan variados como el cine, el tabaco, las carnes procesadas, el farmacéutico, etc.

Es por eso que, durante al menos las dos primeras décadas, el uso del aire acondicionado y los equipos Carrier estuvo dirigido hacia la producción industrial más que a las personas. Los grandes centros comerciales y fábricas del momento contaban ya con la presencia de estos aparatos. No obstante, aún no se había diseñado un equipo de características especiales para los hogares.

El aire acondicionado para el hogar

No sería sino hasta 1928 cuando el inventor del aire acondicionado, Willis Carrier, diseñó el primer equipo que enfriaba, calentaba, limpiaba y hacía circular el aire acondicionado en casas y apartamentos. Sin embargo, el proyecto chocó frontalmente con la Gran Depresión de 1929, una crisis que supuso que cualquier intento de llevar el aire acondicionado se viniera abajo.

De hecho, las primeras ventas de aparatos de aire acondicionado para el hogar no se produjeron sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Tuvieron que pasar pues más de 15 años para ver el primer climatizador de aire en una vivienda.

El aire acondicionado tras la muerte de Carrier

Willis Carrier fallece en 1950, justo en un momento en el que su invento comienza a expandirse por todo el mundo como elemento de instalación doméstica. Fue, precisamente, durante la década de los 60 cuando los equipos Carrier se volvieron más pequeños, menos ruidosos y más eficientes.

Poco a poco, fueron surgiendo nuevos modelos y sistemas que incluían bombas de calor y control de la humedad relativa. Hasta el punto de desarrollarse la climatización tal y como la entendemos hoy en día.

Conclusión

Willis Carrier, el inventor del aire acondicionado, consiguió con su creación que muchas industrias mejoraran notablemente en su producción. Incluso propició la creación de otras que sin el control de la temperatura y la humedad jamás hubieran podido proliferar.

Además, permitió que la salud de las personas mejorase. Esto era así porque se podía aclimatar mejor aquellos lugares en donde las temperaturas son muy elevadas durante casi todo el año. Hoy, sin ir más lejos, hay ciudades en las que apenas se podría vivir si no es por el uso de los aires acondicionado en hogares y otros edificios.