[fusion_builder_container hundred_percent=»no» equal_height_columns=»no» menu_anchor=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» id=»» background_color=»» background_image=»» background_position=»center center» background_repeat=»no-repeat» fade=»no» background_parallax=»none» parallax_speed=»0.3″ video_mp4=»» video_webm=»» video_ogv=»» video_url=»» video_aspect_ratio=»16:9″ video_loop=»yes» video_mute=»yes» overlay_color=»» video_preview_image=»» border_color=»» border_style=»solid» padding_top=»» padding_bottom=»» padding_left=»» padding_right=»» type=»legacy»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ layout=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_color=»» border_style=»solid» border_position=»all» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding_top=»» padding_right=»» padding_bottom=»» padding_left=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» center_content=»no» last=»true» min_height=»» hover_type=»none» link=»» border_sizes_top=»» border_sizes_bottom=»» border_sizes_left=»» border_sizes_right=»» first=»true»][fusion_text]
Los meses fríos del año pueden convertirse en un problema inaguantable si no contamos con un sistema de calefacción adecuado. ¿De cuál dispones en tu hogar o empresa? ¿Quieres cambiarlo? En este artículo conocerás los tipos de calefacción que existen y cuál puede resultar mejor para ti. Claro está, teniendo en cuenta las condiciones de la zona donde vives y tus expectativas de ahorro de energía y de dinero.
El aspecto más simple de la clasificación de los tipos de calefacción es el de su alcance. Es decir, si se trata de un sistema individual o colectivo.
Como puede inferirse por su denominación, es el sistema de calefacción que abastece a una sola casa, piso, oficina o cualquier otro tipo de local. Entre sus ventajas están:
Pero también tiene sus inconvenientes:
A diferencia del individual, el sistema de calefacción central abastece a una comunidad de vecinos o edificio de oficinas de forma colectiva. Aquí ya no tenemos un problema de seguridad, porque la caldera es única y está situada en un lugar aparte. Además, el pago por el combustible que requiere para funcionar es compartido por todos los vecinos o propietarios. Sin embargo:
Entre los tipos de calefacción que existen, el de gas natural es el más extendido en nuestro país. Y hay una buena razón para ello: el precio del combustible que emplea es el más económico del mercado. En concreto, está entre 0,04 y 0,06 € por kilovatio/hora. Aparte de eso es muy seguro y ofrece altos niveles de calor.
En pocas palabras, consiste en una caldera que funciona por la combustión de gas natural que calienta un sistema de tuberías por donde circula agua. Conforme se calienta el tubo, también se incrementa la temperatura del líquido. Este último es dirigido a radiadores o a instalaciones de suelo radiante por agua.
Actualmente, implementar un sistema de calefacción por gas natural es más costoso que instalar una calefacción por electricidad. No obstante, la inversión es recuperable en el largo plazo por requerir de menor consumo. En este sentido, es más barato que los sistemas que generan calor por aerotermia y geotermia, aunque estos últimos ofrecen mejor rentabilidad a largo plazo, además de las ventajas propias del autoconsumo energético. La inversión puede variar por la calidad de la caldera y la elección de radiadores y/o suelos radiantes.
También está entre los tipos de calefacción más empleados, pese a la considerable cantidad de electricidad que consume. Al momento de escribir este artículo el precio promedio de la electricidad en el mercado regulado español era de 0,39 €/kWh. Esto limita el uso de la calefacción eléctrica en regiones donde el otoño y el invierno no son tan inclementes. O bien, en inmuebles que no la usen con frecuencia, como en viviendas vacacionales.
La calefacción eléctrica funciona en base a circuitos eléctricos en los que se disponen resistencias que se calientan con el fluido eléctrico. Esta energía eléctrica se convierte en energía calorífica y los dispositivos más comunes para realizar este proceso son:
El tipo de calefacción por butano requiere el suministro de este gas, por lo general, en bombonas de 12 kg. Las mismas se adquieren en estaciones de gasolina o se piden con entrega a domicilio. Es frecuente encontrarlas en viviendas ubicadas en zonas de la sierra y en terrazas de restaurantes. Igualmente, existen subcategorías de este sistema de acuerdo al aparato empleado:
El coste del gas propano prácticamente duplica al del gas natural. Por esa razón, la calefacción que utiliza propano sólo es habitual en lugares donde no hay acceso a la red de gas natural. El suministro de dicho combustible se obtiene:
A decir verdad, es uno de los tipos de calefacción que no recomendamos por ser muy contaminantes. Las calderas de esta clase de sistemas consumen gasóleo tipo B o C. El segundo es más económico porque contiene mayor cantidad de azufre y cetano. En general, el precio de este combustible supera al del gas natural, pero es más barato que el del butano y el propano. Respecto al suministro, debes contar con un distribuidor que rellene periódicamente un tanque instalado en tu propiedad.
Las calderas de biomasa para calefacción consumen pellet para generar calor. El pellet es un combustible totalmente natural, obtenido del serrín de la madera. Es menos contaminante y más seguro. Aparte de eso, su coste es la mitad que el del gasoil. Lamentablemente, la calefacción de biomasa también tiene sus desventajas:
El pellet está disponible en bolsas desde 15 kg hasta de una tonelada o mediante camiones.
Gracias a la aerotermia, no sólo obtienes calefacción, sino también refrigeración. Los sistemas basados en este principio utilizan la energía presente en el aire mediante una bomba de calor. En síntesis, el calor se extrae del aire con ayuda de un líquido refrigerante que pasa a estado gaseoso dentro del sistema, adquiriendo mayor temperatura. Dicho refrigerante aporta el calor alcanzado al agua circulante en el circuito de la calefacción.
Por sus características, la calefacción por aerotermia es compatible con radiadores de baja temperatura y suelo radiante. No así con radiadores convencionales que necesitan temperaturas más elevadas.
La inversión para instalar un sistema de aerotermia es alta. En descargo, ésta tiene un retorno relativamente rápido porque su consumo de energía es mínimo. Específicamente, por cada kilovatio consumido genera unos cuatro kilovatios equivalentes de calor o frío.
A diferencia de la aerotermia, los sistemas de calefacción por geotermia extraen el calor de la profundidad del subsuelo. En éste se entierran tuberías provistas con un refrigerante que capta el calor de la tierra y lo conduce hasta la unidad geotérmica (esencialmente, una bomba de calor). Allí, incrementa su temperatura para calentar el agua que circula por el sistema de calefacción.
En cuanto al precio de instalación, éste es más caro que el de implementar la aerotermia. Pero igual es cierto que estas unidades tienen tan buen rendimiento que, en algunos casos, pueden reducir el consumo de energía hasta en un 80%.
En esta clasificación, se incluyen tres tipos de calefacción:
En esta subcategoría, encontramos tres clases de radiadores:
Estos funcionan gracias al agua caliente generada en la bomba de calor o la caldera y que llega mediante un circuito de tuberías. Se subdividen en:
Son económicos en precio, pero costosos en consumo de electricidad. Por otra parte, necesitan poca o ninguna obra de instalación. Los hay de varios tipos:
Como dijimos líneas arriba, el suelo radiante es un sistema instalado debajo del suelo. Éste suministra un calor uniforme, distribuido en la misma proporción por toda la habitación. Lo hay de dos tipos:
El fan coil es una unidad emisora que calienta o enfría el ambiente y que complementa sistemas de aire acondicionado, aerotermia o geotermia. Básicamente están compuestos por un intercambiador de temperatura (coil) y un ventilador (fan).
Ahora que ya conoces, en líneas generales, los diferentes tipos de calefacción existentes, te recordamos que cada uno necesita un servicio de mantenimiento particular. Para ello, es ideal contar con una empresa especializada y fiable. En Servihogar somos expertos en servicios relacionados con la climatización de hogares y empresas. Llevamos a cabo: instalaciones, revisiones y reparaciones de calderas, calentadores, termos, calefacciones y aires acondicionados de cualquier tecnología y tamaño. Para este propósito, disponemos de una plantilla de profesionales altamente experimentados. ¡Contáctanos y evita que el invierno te pille con la calefacción estropeada!
[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
Los radiadores son una pieza clave para mantener el confort térmico en hogares y oficinas,…
La instalación de calderas de condensación se ha convertido en una opción muy popular en…
Si estás buscando una caldera de gas de calidad y a buen precio en Torrejón…
El ahorro de energía en el hogar es una prioridad creciente para muchas personas que…
Los radiadores son componentes fundamentales de los sistemas de calefacción en los hogares. Estos dispositivos,…
Mantener un control de la temperatura del hogar es fundamental para garantizar el confort, la…