Los radiadores de baja temperatura son aquellos radiadores que no necesitan de una temperatura muy elevada para poder funcionar de manera correcta, pudiendo hacerlo entre aproximadamente 35º y 50 ºC. Esta es una gran diferencia con respecto a los radiadores de aluminio, que necesitan más de 60ºC o los radiadores de hierro fundido, que requieren de 80 grados.

Al requerir de un menor calentamiento del agua, los radiadores de baja temperatura ofrecen un gran ahorro de energía, razón por la cual se combinan de forma ideal con las bombas de calor.

¿Cómo funcionan los radiadores de baja temperatura?

El principio de funcionamiento de los radiadores de baja temperatura es muy sencillo ya que es muy parecido a los radiadores convencionales. Estos radiadores funcionan con un circuito de agua caliente que se encuentra en su interior y que incrementa la temperatura del radiador, emitiendo la correspondiente energía térmica hacia la estancia.

El funcionamiento es igual que en otros radiadores, pero la gran diferencia es que son radiadores más eficientes al transmitir mucho mejor el calor. La razón fundamental es que este tipo de radiadores contienen hasta un 90% menos de agua que los convencionales.

El ahorro y la eficiencia energética

Los radiadores de baja temperatura destacan especialmente por su gran ahorro energético. El hecho de que requiera de una menor temperatura para funcionar hace que sean una mejor opción que los fabricados en aluminio u otros materiales.

Diferentes estudios han podido certificar que este tipo de radiadores permiten ahorros de hasta el 35%. Al calentarse mucho más rápido que los convencionales, se puede programar para que las bombas de calor o las calderas de condensación se pongan en funcionamiento más tarde, logrando así una mayor eficiencia.

¿Bomba de calor o caldera?

Una duda habitual en quienes se plantean la instalación de radiadores de baja temperatura es si se puede utilizar simultáneamente con una caldera. En este sentido, es importante destacar que lo más recomendable para este tipo de sistemas de calefacción es instalar una bomba de calor.

Sin embargo, es posible utilizarlos con calderas de condensación. No obstante, para ello se requiere que la caldera cuente con un amplio rango de modulación, ya que cuantas más etapas tenga, mayor eficiencia y ahorro tendrá. Por este motivo se recomiendan calderas de condensación de 1:7, 1:9 o 1:10 para estos casos.

Cómo ahorrar en calefacción

Los radiadores de baja temperatura, que son aptos tanto para ser utilizados tanto con aerotermia como con geotermia, permiten conseguir un gran ahorro en energía, lo que repercute directamente en el bolsillo de los usuarios. De ahí que cada vez sean más las personas que apuesten por ellos.

Sin embargo, es importante recalcar que para conseguir un ahorro notable es necesario usar, en el caso de las calderas, el mayor alto rango de modulación posible.

En el caso de la aerotermia es recomendable apostar por el uso de bombas de calor con COP alto. De esta forma, se podrá notar más el ahorro y la eficiencia.

Este tipo de radiadores pueden ser una gran opción para quienes quieran realizar una instalación de aerotermia y no quiera o pueda realizar la instalación de suelo radiante, ya que ofrecen por lo general una estética muy cuidada.

Las ventajas de instalar un radiador de baja temperatura

Entre las principales ventajas de apostar por la instalación de radiadores de baja temperatura se encuentran:

  • Es posible complementarlos con elementos dinámicos para conseguir mayor eficiencia a través de la convección.
  • Tienen un buen diseño.
  • Se pueden utilizar tanto en instalaciones convencionales (calderas) como eficientes (calderas de condensación, geotermia, aerotermia).
  • Alcanzan la temperatura deseada en menos tiempo que los convencionales.
  • Se aprovechan de la baja temperatura del agua para lograr un mayor rendimiento de los sistemas de calefacción.
  • En la actualidad se trata de los radiadores más eficientes del mercado.
  • Tienen un rápido periodo de amortización, a pesar de que su precio es ligeramente superior a los radiadores convencionales.

Consideraciones sobre los radiadores de baja temperatura

A la hora de llevar a cabo la instalación de radiadores de baja temperatura hay que tener en cuenta una serie de consideraciones para poder sacarles el máximo partido:

  • Estos radiadores deben estar situados en aquellas zonas en las que haya una mayor pérdida térmica. Esta ubicación te permitirá optimizar el radiador en casa. Para poder llevarlo a cabo, debes saber que el mejor lugar para colocarlos es bajo las ventanas y en las paredes que den al exterior del inmueble.
  • El mínimo consumo de energía para llevar a cabo el calentamiento de la estancia o del edificio se logra cuando el tiempo que transcurre en el cambio entre las temperaturas iniciales y las temperaturas finales del edificio es el menor posible. Por ello, los edificios deben calentarse utilizando la mayor potencia posible de los emisores.
  • Se trata de radiadores eficientes que permiten un ahorro de hasta el 42% con respecto a los convencionales.

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